La Agresividad como Don Divino
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Acercamiento inicial a un significado
"Aplicadas la agresividad[*] y la pasividad a la vida Cristiana, tienen ambas sus aspectos negativos y positivos. Nos encontramos entonces con el innegable hecho de que hay muchas veces una pasividad que es negativa, y una agresividad que es positiva[*] [1]
La Agresividad que agrada a Dios
"En este comentario nos estaremos refiriendo entonces a esa agresividad positiva[*] que no solamente agrada[*] al Señor sino que aún El la requiere[*] de los integrantes de Su pueblo. Una agresividad motivada divinamente por el mismo Espíritu Santo que El nos ha dado" [2]
¿Dónde se manifiesta esta agresividad divina?
"Esta es precisamente la forma de agresividad positiva[*] que vemos operando en las vidas y ministerios de los discípulos del Señor, a raíz del poder que recibieron en aquél día de la Fiesta del Pentecostés como se nos describe en el Libro de los Hechos Cap. 2" [3]
La Agresividad y La Contención
"Para "contender eficazmente"[*][**], el hijo de Dios tiene forzosamente que tornarse agresivo[*]. Al no hacerlo, sencillamente no puede cumplir con la comisión que por el Espíritu Santo nos es dada. Pues la escritura aludida nos forza por razón de esta orden a convertir lo negativo de la agresividad en una acción positiva[*]. Nos señala a la misma vez cómo podemos hacer esto en una forma legítima cuando dicem "que contendáis eficazmente. La agresividad ahora es positiva porque ya no es en lo natural humano, en la carne, sino en el Espíritu Santo. Y ya funcionando en tal forma exhorta ahora a los hombre (y mujeres) de Dios a contender[*] así eficazmente" [4]
Ejemplos de Agresividad como Don Divino
"Son numerosos los ejemplos bíblicos en los que podemos ver la agresividad positiva operando en los siervos y siervas de nuestro Dios. Esta, repito, en la más de las veces ha sido en el realmo espiritual. Pero están también los ejemplos de agresividad física que son "cosas que antes fueron escritas para nuestra enseñanza" (Rom. 15:4)
La agresividad del justo Abel, que lo movió para atreverse a derramar sangre y ofrecer el primer holocausto, tipo del Cordero de Dios (Gén. 4:4)
La agresividad de Noé quién retó al mundo antediluviano, y así construyó el Arca en obediencia a lo que ordenó el Señor (Gén 6:14)
La agresividad de Abraham que lo impulsó para primero dejar "tu tierra y tu parentela", y despús sacrificar a su hijo Isaac (Gén. 12:1 y 22:2)
La agresividad de Jacob que lo movió para "usurpar" la primogentura a Esaú, y después para luchar con el Angel del Señor (Gén. 25:31 y 32:24-29)
La agresividad de José que lo impulsó para reprender la maldad en sus hermanos, lo cual le trajo toda una serie de sufrimientos (Gén. 37:2)
La agresividad que hubo en Miriam para retar la orden de Faraón poniendo en aquella canasta enbetunada a su bebé, Moisés en el río (Exo. 2:11-12)
La agresividad de Moisés al matar al Egipcio, que lo convirtió de príncipe en fugitivo, y a su tiempo en libertador de Israel (Exo. 2:11-12)
La agresividad de Josué, que lo inspiró para ordenarle al sol y a la luna que detuvieran su carrera en el cielo (Jos. 10:12-13)
La agresividad de Caleb que lo movió para pedir a Josué, creyéndo que Dios iba a entregárselas, las ciudades de los gigantes Anaceos (Jos. 10:12)
La agresividad de Ruth que la inspiró para retar a su suegra Noemí, en ese reto de amor que ha resonado a través de los siglos (Ruth 1:16)
La agresividad espiritual que obró en Ana para entregar a su hijo Samuel al servicio en el Templo, siendo aún un niño pequeño (1 Sam. 1:24-28)
La agresividad de Juan el Bautista que le causó el ser degollado (Mat. 14:3-11)
En Pedro y en Juan, delante del Sanedrín (Hech. 4:19)
En Esteban, delante del Concilio, por lo que murió mártit (Hech. 7:1-60)
En Santiago, en el Concilio, estableciendo el lugar de nosotros los Cristianos Gentiles (Hech. 15:13-19)
En Pablo y Silas, cantando himnos a Dios en las cárcel después de azotados, y aún consus pies en el cepo (Hech. 16:23-25)
En Juan, el anciano amado, exhiliado escribiendo el Apocalipsis en la isla de Patmos (Apoc. 1:9)"[5]
Palabras finales
"Este "Reto Agresivo Final" te lo estoy dirigiendo muy particularmente a ti, mi hermano, mi hermana porque sé que tú reconoces que esto no son solamente palabras de este viejo de tu hermano, sino que es la voz del Señor que a tí y a mí nos sigue exhortando a que contendamos eficazmente por la Fe (...) No podemos esperar a los que no entienden, tú y yo tenemos que hacer hoy nuestra parte, mi hermano, y con agresividad en el Espíritu Santo" [6]
Enseñanza relacionada: Violencia Espiritual
Referencias
[1] Revista Internacional Maranatha Pg. 1, Vol.31 -N0.2- Abril 1993.
[2] Ibid.,
[3] Ibid.,
[4] Ibid., pág. 3
[5] Ibid., pág. 4, 5,
[6] Ibid., pág. 7
[*] Énfasis de nuestroanciano.com
[**]"Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos" (Judas 3; Reina Valera Antigua -Dominio Público-)
