Difference between revisions of "La Justificación propia"
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"Después de vivir por un tiempo como un fiel cristiano, llega el día en que sutilmente se presenta ante el creyente el peligro de '''desestimar la gracia de Dios'''[*], y de caer así en el '''error y desvío de la auto-justificación'''[*]. Para ese tiempo el cristiano (ministro, o miembro), no es ya “un neófito” (1 Timoteo 3:6). Ahora ya sabe, ya puede y tiene lo que al principio no sabía, ni podía, ni tenía. Muy atrás han quedado ahora en su memoria aquellos días cuando, en humillación y con muchas lágrimas, sintió que por Su gracia el Señor transformó su vida, y por la virtud de Su maravilloso Nombre lo justificó y perdonó sus pecados (Hechos 22:16). Inclusive el día cuando experimentó el supremo gozo al recibir de Dios el don del Espíritu Santo, también ha quedado en el olvido" [1] | "Después de vivir por un tiempo como un fiel cristiano, llega el día en que sutilmente se presenta ante el creyente el peligro de '''desestimar la gracia de Dios'''[*], y de caer así en el '''error y desvío de la auto-justificación'''[*]. Para ese tiempo el cristiano (ministro, o miembro), no es ya “un neófito” (1 Timoteo 3:6). Ahora ya sabe, ya puede y tiene lo que al principio no sabía, ni podía, ni tenía. Muy atrás han quedado ahora en su memoria aquellos días cuando, en humillación y con muchas lágrimas, sintió que por Su gracia el Señor transformó su vida, y por la virtud de Su maravilloso Nombre lo justificó y perdonó sus pecados (Hechos 22:16). Inclusive el día cuando experimentó el supremo gozo al recibir de Dios el don del Espíritu Santo, también ha quedado en el olvido" [1] | ||
Revision as of 13:05, 18 September 2015
"Después de vivir por un tiempo como un fiel cristiano, llega el día en que sutilmente se presenta ante el creyente el peligro de desestimar la gracia de Dios[*], y de caer así en el error y desvío de la auto-justificación[*]. Para ese tiempo el cristiano (ministro, o miembro), no es ya “un neófito” (1 Timoteo 3:6). Ahora ya sabe, ya puede y tiene lo que al principio no sabía, ni podía, ni tenía. Muy atrás han quedado ahora en su memoria aquellos días cuando, en humillación y con muchas lágrimas, sintió que por Su gracia el Señor transformó su vida, y por la virtud de Su maravilloso Nombre lo justificó y perdonó sus pecados (Hechos 22:16). Inclusive el día cuando experimentó el supremo gozo al recibir de Dios el don del Espíritu Santo, también ha quedado en el olvido" [1]
Referencias
[1] Valverde, Efraim. “El Tribunal de Cristo”, U.S.A. Publicaciones "Maranatha" of the Church of Jesus Christ in the Americas. Tercera Edición. Págs. 9,
[*] Énfasis de nuestroanciano.com
